(Escoge un color y llena toda la página con él.)

Recuerdo que estaba viendo la televisión, aunque no recuerdo qué; y ví la publicidad. No entendía muy bien cuál era la particularidad de ello, pero tenía que tener esa colección. Le pedí a mi mamá, le insistí hasta cansarla para que me la comprara. Y lo hizo.

Todas las semanas un fascículo, "Mil puntos de bordado" ...y fue amor a primera vista. Compré todos los materiales necesarios e inicié. Al principio me costó, no era buena, o no lo era para mis propios parámetros, pero no me desanimé y volví a intentarlo todas las veces que hizo falta, hasta que lo hice cada vez mejor y mejor.

Hoy, casi treintatrés años después, no me imagino cómo sería sin esa pasión por las telas, los hilos y una aguja, es mi manera de pintar. Con el bordado me relajo y, muchas veces, es mi escape del mundo.



(Escribe sobre alguno de tus comienzos, el que tú quieras.)

Adoro el mar y la playa. Caminar descalza y dejar que el viento me despeine.
Me gusta escuchar música, que ésta me lleve lejos. Igual que un buen libro o una película interesante.
Me encantan los gatos... mi gato; verlo dormir sobre mis piernas y escucharlo ronronear.
Si tengo que mimar a alguien, cocino... me gusta cuando la casa se llena de buenos aromas.
No importa cómo inicie el día, me gusta ir por ahí sonriendo... y también reír, reír hasta las lágrimas.
Y lo que más amo... pues lo que más amo no son ni las experiencias; ni ningún tipo de objeto... lo que más amo son los seres, las almas, aquellas que me han acompañado en mi camino y por algún motivo ya no están; las que pese a todo siguen a mi lado; y las que vendrán... para enseñarme, enriquecerme, para hacerme alguien mejor.



(Escribe una lista de tus cosas favoritas; pueden ser experiencias, objetos o sentimientos.)
Como todos, he cometido errores; no sé cuantificarlos. No creo hayan sido pocos y, espero, no hayan sido demasiados. Pero, a pesar mío, estoy segura no serán los últimos.

Uno de los errores que he cometido es confiarme enseguida del otro, de quien tengo delante. Esto me ha llevado en muchos casos, demasiados, a quedar desilusionada. Por eso he aprendido a tomarme mis tiempos, ir con calma.

Otro ha sido no saber pedir ayuda, no saber decir "estoy mal... estoy angustiada... necesito un abrazo..." Creo que siempre he sido aquella persona con la que se puede contar, la "fuerte". Con los años he aprendido que todos somos vulnerables o tenemos momentos donde somos más frágiles; y no hay que confundir esto con ser débil ni nada parecido.

E igualmente, el error más grande que he cometido, fue no darme la posibilidad de reveer algunas decisiones tomadas. Tal vez demasiado orgullo. Esto me llevó a "perderme" tantas cosas que ya no podrán ser. Todo me enseñó a no ser tan "dura", es decir, que si elijo un camino por recorrer y a un determinado momento esto no me hace feliz, o me doy cuenta que no fue la mejor opción, pues hago marcha atrás y vuelvo ha comenzar... porque hay algo que sí he aprendido, que el fracaso no es recomenzar, sino no intentarlo todas las veces que se pueda.



(Escribe 3 errores que hayas cometido y lo que aprendiste de cada uno de ellos.)
Ya está aquí el fin de semana, y lo que te deseo es que puedas viajar, no importa cómo... con un libro; con una película; con un paseo, del modo que sea porque lo importante será la compañía.

Disfruta de esta aventura llamada vida y, obviamente, de tu fin de semana.




(Pega una imagen que te guste, utiliza elementos de "scrapbooking" para decorarla.)

Se pueden leer varias definiciones de lo que es la "felicidad".
Que no es un sentimiento, sino una actitud.
Que es el viaje, y no el destino.
Que es la armonía entre lo que se piensa, se dice y se hace.
Que es el aquí y ahora...
...tantos significados; todos válidos y, tal vez, ninguno completo.

Yo creo que no se pueda definir la felicidad, salvo que de forma parcial y subjetiva.
Para mí la felicidad son momentos, instantes irrepetibles; de los cuales, la mayor parte del tiempo, no somos del todo conscientes.
Y yo, de estos momentos tengo tantos, realmente tantos...







(¿Qué significa la felicidad para ti? ¿Eres feliz de acuerdo a esta definición?)

Ella era la mujer más fuerte que yo he conocido. No tuvo una vida fácil; quedó huérfana de madre en plena adolescencia, y no tuvo tiempo ni posibilidades de derrumbarse porque tuvo que hacerse cargo de sus hermanos... ella, la única mujer de su familia. Para cuando fue adulta su padre se volvió a casar, con una mujer que tenía su misma edad... algo que hubiera minado la psique de cualquier ser humano. Ella también se casó, enamorada... como se enamoraban en aquella época. Él era un militar de carrera, un hombre de personalidad dominante... pero no más que ella. Tuvo dos hijas y, si no tengo mala memoria, hubiese tenido un hijo varón... pero no, no pudo ser. La vida matrimonial tampoco fue fácil... pero lo logró, y formó una familia maravillosa.

Ella está en una infinidad de recuerdos; en cada cosa que me dijo y me demostró. En cada gesto de amor que tuvo, porque nunca fue de muchos "te quiero", pero tenía otros modos de hacértelo saber, de sentir. Y en cada una de estas ocasiones ella me enseñó, me hizo más fuerte. En aquellas buenas y en las no tantas. Lo hizo hasta en los diecisiete años de silencio que por propia decisión (nos) impuse y que ella siempre respetó. Yo no sé si ella fue consciente alguna vez de haber sido tan determinante en mi vida, si supo todo lo que me había dejado marcado a fuego en el alma... espero que sí, quiero creer que sí, porque nunca me di la oportunidad de decírselo; de decirle que siempre he deseado ser fuerte como ella.




(Escribe sobre una persona que te haya vuelto más fuerte.
Cómo te ayudó, qué admiras y qué es lo que valoras en ella.)
Hace casi seis años me tomaron esta foto. Era un maravilloso día de sol y estaba de "luna de miel" en uno de mis lugares favoritos: el mar de Marettimo, Sicilia.

Era la luna de miel de mi segundo matrimonio. Y sí, me casé dos veces y con el mismo hombre, que es lo mejor de todo... pero ésta, ésta es otra historia.





(Incluye una foto tuya y describe el momento que vivías cuando la tomaron.)
Quien me conozca sabe que el séptimo arte es una de mis grandes pasiones. Adoro ir al cine, y me gustan las películas de variado género... las románticas, los dramas, las de suspenso, las de acción, las de animación... todas menos las de terror. Como digo yo, hay una película para cada momento... como sucede con la música. Por eso, nombrar una o mis películas favoritas es, sino complicado, bastante limitante... aún así, lo intentaré.

Una película que no puede faltar es "My fair lady". Una Audrey magnífica... una película que siempre me ha hecho pensar que se puede llegar a ser todo lo que uno se proponga, siempre que se encuentre el Maestro adecuado, obvio.
Otra es "Sueños de libertad". Soy de la opinión que ciertos actores difícilmente te desilusionan; y uno de estos es Morgan Freeman. Una película donde se muestra que lo último que debe perderse es la esperanza.
"La sociedad de los poetas muertos" es una película que admito me ha marcado. Cuando decidí estudiar para ser maestra, sabía perfectamente qué tipo de enseñante deseaba ser... una al estilo John Keating.
Obviamente en esta lista no puede faltar la historia de amor, y ésta para mí es "Drácula". Llámenme loca pero es difícil no enamorarse de ese Caballero que personifica Gary Oldman, aunque se termine muerta.
Una película que no he tenido la oportunidad de ver muchas veces, al menos en comparación a otras, pero que considero extraordinaría. Esto no tanto por las actuaciones, que son magníficas, o los 'escenarios'; sino más bien por el mensaje que transmite. "Cadena de favores" es simplemente imperdible.
En cualquier lista de películas que yo haga, no puede faltar tampoco el 'cine argentino', y elegir una no es difícil sino imposible... pero lo hago. Y una película que siempre he encontrado genial por todo lo que representa es "Esperando la carroza". Si no te reconoces en ninguna de las situaciones, modos o demás que muestra la historia, posiblemente no existas... jajajajajajajaja!
Me gusta el suspenso; las historias que te tienen pegada a la pantalla o a las páginas de un libro. Cuando una película es de este tipo, tengo que verla... así en imperativo. Una que cada vez que la veo hace que retenga la respiración es "Se7en".
Cada uno de nosotros tenemos personajes que nos quedaron grabados en la memoria, para mí éste es 'Don Vito Corleone' (Marlon Brando) en "El Padrino"... hay escenas y diálogos que podría repetir de memoria. Lo mismo sucede con la banda sonora de una película, que creo sea una parte fundamental de la misma. Entonces, si hablamos de banda sonora cómo no podría nombrar "Cinema Paradiso" y el genio de Ennio Morricone.
Y por último, pero no menos importante, están aquellas películas que ayudan a conservar nuestr@ niñ@ interior, y si es por esto podría nombrar todas y cada una de las de Disney... (ni hablar cuando se asoció a los estudios de animación Pixar). Por eso, si tengo que elegir una con la cual siempre muero de risa, entonces esa es "Monster Inc".

Esta es una pequeña lista de películas que me gustan mucho, no sabría si llamarlas mis 'favoritas' y seguramente muchas, muchísimas me quedan afuera, pero para hablar de ellas sabes que tenemos ese otro espacio "...entre libros, películas y música". Bueno, espero no te hayas aburrido demasiado... smu@cksss.



(Crea una lista con tus 10 películas favoritas.
Si quieres agregar razones y notas de tendencia en tus gustos.)
No, definitivamente no... dibujar con los dedos no es lo mío. Las manos llenas de pintura o de cualquier tipo de sustancia, me ponen nerviosa. La única excepción es cuando cocino, pero por el resto no. No llego a ser compulsiva y estar lavándome las manos constantemente, pero me gusta tenerlas limpias y arregladas... así que hoy si quieren nos ponemos a amasar algo, unas pastas, pizzas o medialunas; pero por dibujar, nada que hacer... mal humor 1 - creatividad 0.


(Dibuja o escribe algo con tus dedos, la pintura en tus manos te vuelve creativo, permítetelo.)

Algo de mí...



(Crea un collage de imágenes y titúlalo como quieras.)
No tengo miedo a la muerte... vivo plenamente cada instante con la consciencia que podría ser el último, y con el positivismo que así no sea.
No tengo miedo a ningún animal; aunque algunos no me simpatizan... pero no me subo a una silla gritando cuando veo un ratón o una cucaracha... y a otros más peligrosos no creo cruzarmelos en la vida, seguro no los iré a buscar.
No tengo miedo del agua, aunque tampoco quisiera quedarme naúfraga en medio del océano.
No tengo miedo del fuego, sí muchísimo respeto.
No tengo miedo a las alturas, aunque en algunas situaciones he sufrido vértigo... pero me encanta viajar en avión, por ejemplo.
No tengo miedo a la oscuridad, y mucho menos a la soledad.
No podría puntualizar algo concreto, objeto o situación que me produzca miedo, a excepción del sufrimiento.

Ese es mi gran miedo: sufrir. Podría dar ejemplos muy concretos en los cuales este miedo me ha llevado a situaciones extremas; y más de uno me diría que es obvio, hasta natural, lo que siento... que a nadie le gusta sufrir, pero en mí es algo que me paraliza.

¿El por qué de este miedo? ...ni idea, nunca lo he analizado. Creo que como todos los miedos es algo irracional, no tiene una explicación lógica... se siente y basta. Podría justificarlo diciendo que he visto sufrir, demasiado en mi opinión, a una de las personas más importantes de mi vida; y que a partir de ello nada fue igual. Pero aún así no lo sé... la única certeza que tengo es que me aterroriza el dolor físico, el sufrimiento.


(¿Cuál es tu mayor miedo? ¿Por qué?)

Inexplicable... simplemente siento que le pertenezco desde siempre.




(Incluye una imagen -o conjunto de imágenes- que signifiquen algo para ti.)

Es de mañana y ya hace calor; por suerte papá nos armó la pileta. Igual, antes del mediodía llama Sebas y nos dice que la nona nos espera a comer. No lo dudamos, nos divertimos más los tres juntos que por separado.

A las doce del mediodía tocamos el timbre de la casa de la nona... sobre la hora. Es entrar y ser invadido por esos aromas a cosas ricas. Y la sopa... porque pueden hacer 40° grados a la sombra, pero al nono nadie le quita su plato de sopa. Bromeamos. La nona es seria, en la mesa no se juega. El nono sonríe de costado, más con esa mirada cómplice que otra cosa.

Hay que dormir la siesta. Obviamente no queremos, lo único que deseamos es entrar ya en la pileta. La nona dice que con el sol de la tarde ni hablar.

Pero si el nono nos armó la pileta bajo la pergola, Nona... -digo con esa actitud de abogado del diablo que tanto me caracteriza. Está a la sombra...

Llegamos al acuerdo de descansar una hora. Ni un minuto más tarde, los tres adentro del agua. Comienzan los juegos, los gritos, quién nada mejor, quién se tira desde el borde, quién aguanta más abajo del agua. La confusión es mucha y el volumen de las voces aumenta. Sale el nono al jardín para reprendernos. Pantalón de vestir, medias, zapatos acordonados muy lustrados y camiseta blanca. Bromeamos por ello, lo desafíamos a que entre él también a la pileta con nosotros. No quiere, hace como que está enfadado. Sebas y Juan le hacen burlas, y mi risa retumba por toda la casa. Toma el escobillón de la nona, como si no supiéramos que no es capaz de doblarnos ni un cabello. Igual hace como que nos dará con él. Calcula mal y lo golpea con el borde de la pileta, doblándolo a mitad. Ha roto el escobillón de la nona. Ahora la que grita es ella, pero no contra nosotros.

Seguimos jugando y riendo; en un rato será la hora de la chocolatada fría y el pan con manteca. Adoro estar en la casa de mis nonos.

(Escribe sobre un recuerdo de infancia, todo... todo lo que recuerdes.)

Mañana habrá pasado un mes, y al sólo pensarte me cuesta respirar... tengo un agujero en el pecho, y aún así el aire se resiste a entrar y salir de mi cuerpo.

Sólo un mes, de cuando la vida me golpeó de frente, de lleno, sin darme tiempo para prepararme al impacto, sin aviso previo.

Me siento delante del portátil, para intentar quitarme este peso que siento dentro. La impotencia. Esa angustía que me cierra la garganta como si fuera presa de un puño. Tomo mi agenda, y en esos días sólo hay espacios vacíos, las palabras se me quedaron atoradas dentro.

Lo único que sé es que no deberíamos sobrevivir a nuestros hijos... ni a nuestros sobrinos.

Siempre he hablado de disfrutar el momento, de vivir cada instante con intensidad, porque es único, porque no se repiten... pero esta vez siento que me faltaron tantas cosas... tantas cosas por hacer con vos... tantas cosas por decirte.

Por las noches, todavía cierro los ojos, dejo que el sueño me venza... y cuando despierto, por un segundo, creo que todo fue una pesadilla... pero no. Y quiero volver a ese abrazo fuerte de cuando llegué a Buenos Aires; vos sí que sabías abrazar... con ganas, con tanto amor. Volver a ese "te quiero" dicho porque sí, porque así lo sentías, mientras apoyabas tu cabeza en mí y mi mano te acariciaba la cara... Quiero volver a todo eso porque me faltó decirte más veces todo lo que te amo; porque necesito sentir tus manos otra vez sobre las mías; porque quisiera escucharte decir que soy la tía más loca que tenés, pero que no me preocupe porque vos sos igual...

Tengo tantos instantes guardados en la memoria... Tantos recuerdos... 26 años de vida compartida... Pero no son suficientes, en mi consciente egoísmo quiero más... necesito más tiempo con vos.

Ahora te pido que me des la fuerza para seguir, para sanar este vacío enorme que me ha quedado en el alma... que tu luz, esa que tenía tu mirada, tu sonrisa, continúe alumbrando mi camino.

Baila mi vida, el cielo es tuyo. Te amo. Te abrazo... hasta que volvamos a encontrarnos.