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Había un tiempo que no existía nadie que disfrutara de las fiestas más que yo. No dejaba pasar un sólo día más allá del 8/diciembre para armar el árbol y adornar cada rincón. Sonreía y notaba la magia en cada instante. Y no que no hubiese tenido problemas o que todo fuera de maravillas, pero era Navidad y todo era posible...

...pero eso cambió. No sé exactamente cuándo o porqué, pero esa chispa desapareció.

No me angustia el hecho, ni siquiera me detengo a pensar en ello o deseo explicarlo, simplemente es. Y no sé si será así para siempre o en algún momento volveré a sentir aquello tan especial que me invadía cada célula del cuerpo. Siento que hoy sólo es un día más, como cualquier otro; y que eso no significa ordinario o sin valor. Tal vez ese sea el mayor desafío, vivir cada día como algo extraordinario, con la plena consciencia de lo único e irrepetible...

...por ello casi seguramente me sentaré al calor de la estufa de leña, con una taza de té caliente a la canela, como única luz la del arbolito que mi hija se empeñó en armar, acariciaré a mis gatos, agradeceré ver a mi niña feliz y, silenciosamente, desearé que él esté junto a mí por muchas más Nochebuenas para que merezcan ser llamadas así.


Y también estás vos, que a pesar de mis silencios y mi ausencia, seguís acá, visitándome, leyéndome cada vez que escribo unas líneas, que expreso lo que siento, lo que pienso... por eso quiero dedicarte unas palabras...

"No voy a desearte un año extraordinario, donde todo sea bueno, porque eso sería casi una utopía, no sería real. En cambio te deseo que te equivoques, que te lo permitas y que puedas aprender de ello.

No voy a desearte que viajes por el mundo -si pasa, mejor!-, pero sí que puedas hacer el más importante, el de conocerte a vos mismo. Que te aceptes y que te ames tal cual sos. Que tengas el suficiente coraje para pelear todas las batallas que se te presenten y la humildad suficiente, no sólo para volver a comenzar cuando lleguen las derrotas -y llegarán-, sino en las victorias, porque tenés que saber que también son momentáneas.

No voy a desearte que todo lo que se te presente sea fácil, sería infantil esperarlo. Te deseo que no te quedes en la comodidad de la queja, sino que intentes, intentes siempre, para ser parte del cambio. Que no te dejes convencer con los “no puedo” y que digas en voz alta los “no quiero”.

No voy a desearte que tengas siempre razón, sería tonto. Te deseo, en cambio, que siempre puedas y digas tu verdad, pero sabiendo que es la tuya y no la del otro. Que puedas y quieras escucharlo; que aprendas a tolerar lo que no te gusta, esos ángulos filosos del otro, porque vos también tenés lo tuyo.

No voy a desearte que el próximo año te traiga felicidad, te deseo que elijas y decidas ser feliz, sea cual sea la realidad que te toque vivir."

Gracias Cora

Gracias Auro

Gracias Gin

Gracias Ale

Gracias Dulce

Gracias Laura

Gracias Mag

Gracias Fran
Gracias Mento
Gracias Miguel
Gracias Oscar
Gracias Carlos
Gracias Frodo
Gracias Alí
Gracias Ryk@rdo
Gracias Ethan


...gracias a todos, a los que seguramente me estaré olvidando en este momento,
y gracias, muchas gracias a vos que me estás leyendo, por estar ahí, de ese otro lado.