Recuerdo que estaba viendo la televisión, aunque no recuerdo qué; y ví la publicidad. No entendía muy bien cuál era la particularidad de ello, pero tenía que tener esa colección. Le pedí a mi mamá, le insistí hasta cansarla para que me la comprara. Y lo hizo.
Todas las semanas un fascículo, "Mil puntos de bordado" ...y fue amor a primera vista. Compré todos los materiales necesarios e inicié. Al principio me costó, no era buena, o no lo era para mis propios parámetros, pero no me desanimé y volví a intentarlo todas las veces que hizo falta, hasta que lo hice cada vez mejor y mejor.
Hoy, casi treintatrés años después, no me imagino cómo sería sin esa pasión por las telas, los hilos y una aguja, es mi manera de pintar. Con el bordado me relajo y, muchas veces, es mi escape del mundo.
(Escribe sobre alguno de tus comienzos, el que tú quieras.)
Pintas mandalas y bordas, están muy bonitos la verdad. Yo recuerdo que mi madre tenía libros de bordado. Te felicito.
ResponderBorrarBesos dulces Alma.
Gracias Dulce... espero que esos tesoros que serán los libros de bordado de tu madre, los guardes muy bien; yo lo haría.
BorrarBesos grandes como el mar.
A mí sabes que las labores pues poco o nada pero sí admiro a quién tiene la capacidad de disfrutar con ellas con semejante paciencia. Mi madre ya no borda mucho, y ahora es más bien a máquina, pero cuando lo hacía a mano... ufff
ResponderBorrarBesos.
Pues sí, lo sé Mag... y es que tú tienes el don de la paciencia para otras cuestiones en las que yo carezco totalmente... jejejeje!
BorrarBesisssssssssssss hermosa.