¿Hace falta que lo diga? ...quien me conoce bien, sabe que amo el mar ...él me calma y me da fuerza ...y, aunque es agua, me incendia ...difícil explicar con palabras lo que siento cuando me toca, cuando me sumerjo en él y renazco nueva.
(Nuestro entorno físico tiene una gran influencia en nuestro humor.
Describe un lugar que te haga sentir bien.)
Describe un lugar que te haga sentir bien.)
¿Hay algo de lo que te arrepientes?
¿Qué volverías hacer, aún si el resultado no ha sido de lo mejor?
¿Tienes sueños aún?
Si tuvieras que partir mañana, ¿cuál sería tu destino?
Si alguna vez has hecho algo irracional, de impulso, ¿qué ha sido?
¿Qué volverías hacer, aún si el resultado no ha sido de lo mejor?
¿Tienes sueños aún?
Si tuvieras que partir mañana, ¿cuál sería tu destino?
Si alguna vez has hecho algo irracional, de impulso, ¿qué ha sido?
(Escuchar es un acto de amor.
Escribe 5 preguntas que te gustaría hacerle a un ser querido.)
Por un tiempo he hecho trabajo voluntario, lo hacía en un hogar para ancianos. Era al inicio de mi llegada en Italia y estaba sola, entonces iba a este sitio a darles de comer a los abuelos que no tenían a nadie que los ayudara... y volvía a la tarde a hacerles compañía, a leerles el períodico, o los llevaba a dar una vuelta a aquellos en sillas de rueda. Me gustaba hacerlo, aún si había días que todo me generaba muchísima angustía. Lo sentía como la rueda que había girado, antes eran ellos a asistirnos y ahora era yo a devolver todo.
(¿Haces trabajo voluntario? Si es que lo haces, ¿qué amas de hacerlo?
En caso de que no, ¿qué causas defiendes con mayor pasión?)
Para ser sincera, no soy una que hable públicamente de política; de hecho en los últimos años no lo hago ni siquiera en privado... sólo si conozco muy bien y considero un amigo a quien tengo delante. Sino, directamente dejo pasar. No me interesa comentar ni cambiar opiniones; no quiero convencer a nadie de nada, y tampoco quiero que me vendan ninguna moto.
Así y todo, también en todos estos años que vivo en el exterior, alguno se ha sentido con el derecho de subirse a algún pedestal e impartirme "clases", de vida, de fe, de política, de filosofía... (de esta última, si supieran, pensaran y reflexionaran un poco más y hablaran un poco menos, sería fantástico); como si el hecho de vivir afuera me prohibiera automáticamente el derecho de opinión sobre el sitio que me vió nacer y crecer. O como si por este simple motivo, yo fuera ajena a esa realidad que dejé en la otra orilla. Pero, como leía los otros días en un blog amigo que admiro, el sentido común es el menos común de todos los sentidos... y por mis tierras, una vez más, han dado sobradas muestras.
Creo que la distancia, el conocer y vivir otras realidades, otras costumbres, no sólo te abre la cabeza, hace que te replantees tantas cosas, sino que te hace ver todo desde otra perspectiva... y desde ahí es más fácil distinguir cuando te quieren cambiar el oro por espejitos de colores...
Creo que la distancia, el conocer y vivir otras realidades, otras costumbres, no sólo te abre la cabeza, hace que te replantees tantas cosas, sino que te hace ver todo desde otra perspectiva... y desde ahí es más fácil distinguir cuando te quieren cambiar el oro por espejitos de colores...
Y como éste es mi espacio, y no le falto el respeto a nadie, escribo lo que pienso y siento... y al que no le guste, hace a menos de comentar y amigos como siempre, porque repito, no busco polémicas ni nada, sólo sacarme una piedra del zapato, una piedra llamada decepción... y que, lamentablemente y con dolor, trajo a mi memoria esta escena que cada vez comprendo más.
No recuerdo con exactitud cómo me sentía un año atrás... sí sé que estaba con mi sobrina de visita, por lo que supongo estaría feliz, paseando y recorriendo con ella.
Hoy... hoy es diferente. Hoy pasaron muchas cosas, muchos golpes, algunos inesperados, que marcaron heridas profundas... pero, pese a eso, aún tengo ganas de poner la cara al sol y esperar... porque lo que tenga que llegar, llegará y, sea lo que sea, tendré la fuerza de enfrentarlo.
(¿Cómo te sentías hace justo un año? y ¿cómo te sientes ahora?)
Siempre he sabido disimular bien, muy bien aquello que sentía... esto en bien y, obviamente, en mal. Por eso, aunque nadie lo sepa o jamás lo haya podido adivinar, desde que era niña y hasta hace unos años atrás, mi mayor miedo era el que "me dejaran"... quedarme mirando una ventana mientras alguien se marchaba irremediablemente...
Pero lo dicho, es algo ya superado, porque he finalmente comprendido que existe sólo una persona indispensable en mi vida: yo... aún si puede sonar a egoísmo.
(¿Cuál era el miedo más grande que tenías de niñ@? ¿Lo has superado?)
Si pienso a mi forma de ser, a mis gustos personales, a cómo enfrento la vida... me siento más joven de mi edad biológica. Pero, si en cambio hago una lista de todas las cosas vividas, de las experiencias por las que he pasado... creo que habría que sumarle al menos veinte años a aquello que indican mis documentos.
De igual modo, estoy bien con mis sonados 43 años...
(¿Te sientes más viejo o más joven de lo que tu edad biológica indica?)
Yo soy las mujeres que me precedieron; los hombres que me enseñaron lo que sí, lo que no, lo que nunca. Yo soy los libros que he leído, la música que he escuchado y las películas que he visto. Yo soy la tierra que me ha visto nacer, las calles donde crecí y el mar que amo. Yo soy el aire que llena mis pulmones y el fuego que corre por mis venas. Yo soy todos mis errores y todas las veces que he caído de rodillas... pero también soy cada uno de mis aciertos y, sobre todo, cada una de las veces que me he vuelto a levantar después de un golpe.
Yo soy... simplemente Alma pero no un alma simple.
(Termina la frase "Yo soy...")
Escucho muchísima música y de muy variados géneros... me paso todo el día escuchando algo, cuando trabajo, cuando escribo, cuando hago las tareas de casa, cuando hago ejercicio... siempre, en todo momento... y el tipo de música que escucho depende de cómo me sienta... me puedo pasar horas sea con melódico en español, como música italiana o conciertos en piano de clásica... lo importante es que la música no deje de sonar; porque ella me transporta, me hace soñar, imaginar que algunas canciones son para mí, por mí... y (el) Alma vuela...
(¿Cuál es el género musical que más escuchas? ¿Qué te hace sentir?)
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