No lo logro.
No puedo pensarte y no llorar.
Lágrimas por no poderme explicar porqué; por pensar una y mil veces a lo que te quedó, nos quedó pendiente; a todos los "y si hubiera...". Lágrimas que son como gotas de memoria cruzándome la cara
Es verdad que la vida sigue; que sonrío y deseo que lo hagan todos los demás que tanto quiero... pero si pienso... aún me enojo al no encontrar las razones. Porque sí, si pronuncio tu nombre, admito que me entra una rabia... me enfado con la vida, con el dios de algún otro, con aquello que algunos llaman destino. Y no sé si algún día encontraré estas razones, no sé si ellas me bastarán, no sé si podré perdonar tu prematura partida.
Hoy te pienso como siempre, más que nunca.
Hoy la memoria me juega una mala pasada.
Hoy me vuelvo a abrazar a tu recuerdo.
Hoy te sigo amando como el primer día.
(16/11/1992 -Marina- 09/01/2019)