No sé dibujar, nunca pude desarrollar esta habilidad. O al menos, no de una forma que fuera satisfactoria para mí. No sé porqué, si por mi innato sentido de lo que tenía calidad y lo que no; si por mi inconsciente comparación con quienes siempre consideré que sí sabían hacerlo; o simplemente, porque algunos no sabemos y basta. El hecho es que cada vez que me decían de dibujar algo, ya me ponía de mal humor, porque ya sabía que mis manos no lograrían plasmar lo que mi imaginación producía. Pero, siempre hay un 'pero' en todo y a veces es por suerte diría, siempre me ha gustado pintar, colorear, y en eso sí que he sido y soy buena. He probado casi todas las técnicas diría yo, desde simples lápices, marcadores, hasta pinturas acrílicas, y acuarelas. En los últimos tiempos he tomado por costumbre colorear mandalas, me resulta totalmente terapeútico; me relaja, hace que vacíe la cabeza. Y, aunque no abandono del todo algunas de mis 'obsesiones' -la disposición de los colores, o cómo debe ser el ambiente en que lo hago-, cuando comienzo a pintar no me prefijo cómo lo haré, me dejo llevar por el momento, por lo que siento en ese preciso instante. Éste es uno de los tantos resultados... y me sigue gustando muchísimo observarlo, aún pasado el tiempo.


(Dibuja algo, lo que sea... descríbelo.)

4 comentarios:

  1. Es una bonita combinación de colores y además debe de estimular la paciencia pintar mándalas. Nunca se sabe dónde hay un talento hasta que lo cultivamos.

    Besos dulces Alma.

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    1. Gracias Dulce... sólo puedo decirte gracias.

      Besos grandes como el mar.

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  2. Pintas genial, el sentido del color,la ligereza del mandala.. Me encanta!

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    1. Una cosa más que tenemos en común Ale... si sólo te tuviese más cerca...

      Smu@cksssssssssssss!

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Tus huellas también las siento...